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Subasta 784, Lote # 361 R - Priego Velarde, Pedro de Jesús María.
Relación Histórica Novenario, Descripción de el Culto de María Santíssima en su Imagen de Consolación.
México: Impreffa en la Imprenta de la Bibliotheca Mexicana, Puente del Espíritu Santo, 1769.
16o. maquilla, 58 + 3 (licencias) p.
Que fe venera en el Convento de Recoletos Franciscanos llamado vulgarmente de S. Cofme.
Un grabado: "N. S. de Consolación de S. Cofme de Mex. (Arrq. a. 1761 - Nava Sc.)".
Encuadernado en pergamino.
La Parroquia de San Cosme y San Damián, se remonta a la primera mitad del siglo XVI.
Fray Juan de Zumárraga, primer obispo de México, fundo en ese lugar, un pequeño hospital con su ermita "para curar a pacientes con enfermedades contagiosas".
Se podría suponer que el nombre de este templo se debe a que ambos santos son patronos de médicos, enfermos, gemelos y de quienes esperan un trasplante; sin embargo, la persona que donó el predio a la Iglesia para ampliar las instalaciones del templo y el hospital, Don Agustín Guerrero, "hombre honrado y caballero de cuenta en esta ciudad, era de la vocación de san Cosme y san Damián".
La donación que hizo Don Agustín tuvo lugar hacia 1578 o 1579, y favoreció a los frailes descalzos de San Francisco, pues su deseo era que allí hicieran escala los religiosos que desde Europa o México, iban a las misiones del lejano Oriente: Japón, Filipinas y China."
Entre los religiosos que allí se hospedaron figuran Fray Pedro Bautista y Fray Pedro de Aguirre, quien "fue guardián del convento de San Cosme dos veces".
En 1669 los franciscanos le añadieron al templo el nombre de Santa María de la Consolación, evocando una linda imagen tallada en madera, que aún se venera en el templo.
En 1847, durante la invasión de los Estados Unidos a México, el convento fue convertido en hospital militar por orden del presidente Antonio López de Santa Anna; luego. Posteriormente, en 1861, el Presidente Juárez dispuso que el hospital pasara al antiguo colegio de San Pedro y San Pablo.
Se perdieron sus retablos originales, pero se le colocó en el altar mayor uno en estilo churrigueresco que perteneció a la iglesia de San Joaquín. En una capilla lateral se encuentran los restos de Joaquín García Icazbalceta, cronista de la Ciudad de México y miembro fundador, en 1870, de la Academia Mexicana de la Lengua. Este hombre ilustre falleció en 1894.
Estimado $6,000-8,000
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